Dependiendo del tipo de fuga puede realizarse una reparación más compleja o más sencilla, sin embargo no hay que preocuparse ya que todo tipo de fugas tienen solución. Si la fuga es detectada en la temporada de verano, es habitual no actuar hasta el fin de la temporada, pero si de lo que estamos hablando es de una pérdida mayor, es fundamental actuar lo antes posible para no ocasionar más daño en la piscina.

Existen dos tipos de fugas, dependiendo de en donde radica su origen: fugas hidráulicas y las fugas estructurales.

• Fugas hidráulicas: Son aquellas que están relacionadas con el filtrado de la piscina y la recirculación del agua en la piscina.
• Fugas estructurales: Suelen ser fugas más problemáticas y difíciles de localizar ya que pueden encontrarse en cualquier zona del área del vaso de la piscina. Dependiendo del origen de cada fuga, podemos diferenciarlas en dos tipos: Las fugas estructurales y las fugas hidráulicas.
• Fugas hidráulicas: Suelen ser fugas más problemáticas y difíciles de localizar ya que pueden encontrarse en cualquier zona del área del vaso de la piscina. Son fugas que generan más problemas y de difícil localización ya que se pueden encontrar en cualquiera de las zonas de la piscina.

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